Súplica a la Virgen de Luján


Madre y Reina, hoy te ofrecemos esta súplica
como un homenaje de amor y de confianza.

Aquí nos tienes, sin respuesta humana.
Hemos llamado a muchas puertas
que nos han recibido con su silencio,
su impotencia o su indiferencia.
Es estos momentos difíciles, Madre,
comprometemos la sensibilidad de tu corazón.
Que en él se registren todas nuestras noches de
insomnio,
todas nuestras jornadas sin luz,
por más que brille el sol en el firmamento.
Que en tu corazón queden recibidos los reclamos
que los hombres desestiman.
Que muestres saber comprendernos,
que demuestres poder ayudarnos.

Virgen y Madre de Luján,
te pedimos nos obtengas el gran milagro
de salir de las asfixiante incertidumbre,
te pedimos nos consigas el gesto sincero y abierto
que bien merecemos después de meses, después de años
de deambular solitario y apostante.
En ti esperamos, en ti confiamos.
No dejarás defraudados. Amén.

Padre Obispo Jorge Novak svd

4 comentarios:

Ludmila Hribar dijo...

Es verdad son tantos nuestros reclamos y tantas las incomprensiones, los desaciertos, los desencuentros...sera que tendremos que rezar mas, tener mas fue, ser mas constantes?
Un abrazo.

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

Probablemente si, aunque a veces nos olvidemos que Ella nunca deja una súplica sin escucha y un pedido sin intercesión. Hace una buena cantidad de años tuve la gracia de conocer personalmente al padre obispo Novak, y las angustias que confía en esta oración a la Madre era dolorosamente reales en su vida diaria... y él era un hombre de Dios entregado totalmente a sus ovejas. Esperemos que él también interceda por nosotros. Muchas gracias por tu presencia constante, Ljudmila. Un abrazo fraterno en Cristo y María. Paz y Bien. Ricardo

Anónimo dijo...

yo virgencita quiero pedirte que me ayudes con eso de la casa que yo estoy luchando por tener por favor te lo pido de corazon que me ayudes y te prometo que si me ayudas te llevo flores hasta la basilica de lujan lo prometo debora

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

¡Con confianza y ánimo, Debora! la Madre nunca deja de escuchar los ruegos de sus hijas e hijos y sabe bien qué necesitamos.
Paz y Bien
Ricardo

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