Vivir al revés


Para el día de hoy (16/05/09):

Evangelio según San Juan, 15, 18-21

(El mundo está ordenado y estructurado en intereses mezquinos, privativos, individuales... Prevalece el egoísmo y la avaricia, que es primordialmente cuestión de almas antes que cuestión material.

Pero Jesús nos llama a vivir al revés del mundo.

No se trata de una moda, de una postura decorativa o contraria sólo por el gusto de negar, más bien todo lo contrario.

Vivir al revés del mundo es seguir los pasos de Jesús, hacer vida las Palabras del Maestro.

-Porque el único mandato del amor implica sumergirse en el mundo sin ser de él, haciéndose pan para el hambriento, liberación para el oprimido, alivio para el agobiado, hermano para el abandonado, padre y madre para los niños de la calle, luz en la oscuridad, Buena Noticia en el silencio ominoso de la muerte... Y sin otro interés de anticipar el Reino de Aquél que nos rescató de la muerte para la vida abundante y eterna.-

El Señor mismo nos previene: por no pertenecerle, el mundo puede perseguirnos con la difamación, con la violencia, con la injusticia, con el miedo, con la muerte...

Pero a Él le ha sucedido lo mismo, ya a tantos hermanas y hermanos nuestros que nos precedieron y que también hoy sufren el mismo castigo.

Pero Él vá con nosotros, y es suya la voz que se hace oír reclamando el respeto a la dignidad humana.

Podemos avizorar un destino cierto de cruz, que lleva escondida la certeza de la Resurrección... Debemos preguntarnos si estamos dispuestos a asumir los riesgos, a ponernos a la espalda la pesada mochila del temor y a seguir adelante, pase lo que pase.

Para mayor gloria de Dios y bien de los hermanos.)

Paz y Bien

1 comentarios:

Salvador Pérez Alayón dijo...

Esa es la pregunta, hermano Ricardo, ¿estoy dispuesto a seguir a JESÚS, tal y como ÉL nos propone, y hasta el extremo de asumir todas sus enseñanzas y hacerlas vida en mi vida? Porque esa es la diferencia con los fariseos, mientras ellos esconden la ley y la esquivan según sus intereses, a otros la imponen y exigen fielmente tal como está escrita.
JESÚS, primero hace Vida su Verdad, al mismo tiempo que la predica, y nos tiende la mano para animarnos a hacer, nosotros, otro tanto lo mismo, sin dejarnos de lado, sino acompañándonos, tanto en las alegrías como en los sufrimientos.
Indudablemente, no somos de éste mundo, pues de serlo estaríamos condenados a la muerte, y la propuesta de JESÚS es precisamente todo lo contrario: Vida eterna y en abundancia. Una vida que se consigue en dirección contraria a la que el puesto de tráfico mundano señala: donde dice egoísmo, individualismo, avaricia, libertinaje, sexo y placer desordenado, explotación, riqueza por encima de todo, muerte para lo que molesta (aborto, eutanasia), y un largo etc. JESÚS propone: servicio, atención, escucha, apoyo, igualda, libertad, fraternidad, respeto, justicia, reparto equitativo, perdón, humildad, paciencia, y un largo etc. Es un camino contra corriente, como el que hace el salmón, el último viaje de su vida, pero generoso y lleno de vida, pues detrás está la ansiada Vida plena y eterna.

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