Orgía de corrupción

Para el día de hoy (31/07/10):
Evangelio según San Mateo 14, 1-12

(Es una constante falaz: se considera a la corrupción solamente en su aspecto político, acentuando las variables parciales de sobornos, cooptación, nepotismo, prebendas... Es claro que se trata a menudo de ello, pero sus raíces son mucho más profundas y sus frutos mucho más nocivos, tóxicos y de consecuencias no medidas.

Porque principal y especialmente, la corrupción está íntimamente relacionada a la degradación y a la muerte. Allí está la enfermedad, las otras graves cuestiones -dineros saqueados, tráfico de influencias, etc.- son sólo dolorosos síntomas.

Así como basta que la luz se haga presente para que se disipen las tinieblas, así sucede con las mujeres y los hombres en los que resplandece la verdad, en los que palpita en todo su ser el Reino.
Ellos dejan en evidencia flagrante a la muerte y a la degradación.

El profeta, con su vida, deja bien a la vista al corrupto. Y al hacerlo, se juega la vida, porque a la fidelidad y al amor el poderoso y el corrupto las consideran grave amenaza; en línea con su núcleo primordial, los hijos y hermanos de la corrupción reaccionan con violencia mortal.

Es el durísimo ejemplo de la Palabra para el día de hoy: la suerte de Juan, del magnífico Juan, del fiel Juan el Bautista, que anunciaba una vida nueva y denunciaba todo lo que se oponía a ella, iba a decidirse en el banquete de cumpleaños de un reyezuelo subordinado al Imperio, prepotente, supersticioso e impávido ejecutor del poder absoluto, rodeado de los poderosos de Galilea.
Es dable imaginarse que, detrás de cumplir con la palabra empeñada con la danzarina hija de Herodías y el temor a la burla de los comensales, Herodes encontró la excusa perfecta para deshacerse de un peligroso hombre al que temía, y al que el pueblo tenía en gran estima.

Es el mismo camino que luego conocerán los pies del Maestro. Y es la posibilidad cierta que pueden esperar los discípulos de Jesús cuando, con su vida, dan testimonio anunciando el tiempo de la Gracia y la Misericordia, y denunciando toda opresión y toda violencia, ajenas al Corazón Sagrado del Dios de la Vida.

No es sencillo; quizás nos hemos acostumbrado en demasía a buscar la calma individual, y dejamos de lado ese compromiso que nace en el propio Bautismo.

Pero no hay que desesperar: la Vida prevalece, y Dios se pone abiertamente del lado de los pequeños y los humildes.

Como lo cantó María, como lo vivió y siente su Hijo, que prefiere eternamente el banquete de la Vida a la orgía tenebrosa de la corrupción)

Paz y Bien

2 comentarios:

La abuela frescotona dijo...

SEGÚN ESTE ATINADO ESCRITO, LOS ARGENTINOS, ESTAMOS CASI TODOS EN AGONÍA, O YA MUERTOS.
EL JUAN DEL SIGLO XX, FUE FAVALORO, AL QUE LA CORRUPCIÓN MATÓ CON SU PROPIA MANO.
PRIVANDO A LOS ENFERMOS Y LOS HUMILDES DE SU SABIDURÍA.
DEJO MI SALUDO DE PAZ

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

La verdad, querida Abuela, es que no sé si estamos todos en agonía; seguramente andan en senderos de muerte los corruptos... al resto -la gran mayoría de este pueblo- nos toca sufrir las consecuencias.
Gracias por recordar a René Favaloro con palabras tan sentidas y acertadas.
Un abrazo grande
Paz y Bien
Ricardo

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