¿Dónde vives, Maestro?

Para el día de hoy (04/01/11)
Evangelio según San Juan 1, 35-42

(Él camina por las orillas del mar de la cotidianeidad.
Y somos tierra que anda, y como tales portamos las ansias de que sus pasos nos dejen huella.

No vá a pasar de largo: con toda certeza, en el momento menos esperado, Él se volverá y fijará su mirada en nosotros, corazón en la mano.
Es claro que no hablamos de abstracciones, o de hermosas fantasías o urgencias proyectadas por nuestra psiquis: hablamos de hechos concretos, de ese Cristo totalmente humano y totalmente Dios que en una hora precisa de la existencia se hace presente, evidente, tangible!, y se queda para siempre.

Seguramente, se nos vá a despertar el hambre corazón adentro, y esas ansias de saber más, de conocerlo más. Y allí la pregunta: -¿dónde vives, Maestro?-

Ya no es el Dios del Sinaí, escondido en la Tienda sagrada, oculto en el Templo.
Es un Dios cercano, muy cercano, hermano, amigo, pariente.
Él está allí, en el rostro del prójimo, sus ojos brillando en la mirada de los niños, en las lágrimas de los pobres, palpitando en mujeres y hombres solidarios, latiendo en cada gesto de compasión.

Andrés deja su oficio, deja la seguridad de lo que sabe, deja todo, lo sigue y lleva a su presencia a su hermano.
Simón tiene otra misión de fundamento de sus hermanos: su vida ya no será igual, por ello también su nombre será otro.

Vengan y vean es misión y mensaje)

Paz y Bien

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