Como niños


Para el día de hoy (17/03/11):
Evangelio según San Mateo 7, 7-12

(Es inevitable que tarde o temprano nos encontremos frente a situaciones críticas que nos hacen montar a lomos de un grito, descubriéndonos indigentes, débiles, quebradizos y ciegos.

Una lógica no exenta de profundidad -al menos para los creyentes- nos indica que la asiduidad de la oración y la exactitud en cuanto a qué pedir nos ayudaría a superar todo obstáculo en nuestras vidas.

Pero el Maestro nos invita a dar un salto al vacío más allá de nuestros esquemas y preconceptos.
Se trata de recuperar la confianza de niños para con sus padres, revelándonos el rostro de un Dios que es Padre y más aún, Madre también.

¿Qué más podemos pedir que esa certeza de que Abbá busca sin desmayo nuestro bien, lo que sume a nuestras pobres existencias, lo que contribuya a nuestra plenitud?
Se trata de esa confianza que late en cada corazón que -aún arado por los años y lo que el mundo endurece- sea capaz de descubrirse hija e hijo.

Allí las cosas se transforman: éxito y eficacia, logros y conveniencias quedan en un segundo plano pues se descubre el milagro de la Providencia.
Y entonces sí, la oración se volverá frecuente y constante, pues es una cuestión de amor, luz del Espíritu, fuerza de Dios que es el pan nuestro de cada día que no ha de faltarnos jamás)

Paz y Bien

2 comentarios:

Anónimo dijo...

el Maestro nos invita a dar un salto al vacío más allá de nuestros esquemas y preconceptos.
Se trata de recuperar la confianza de niños Es verdad que el Señor nos conceda la gracia de abandonarnos en ÉL mil gracias

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

Mi agradecimiento a tí, querida Lourdes, por tu presencia y amistad constantes, y al Espíritu que nos alienta y nos impulsa
Paz y Bien
Ricardo

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