Aprender a hablar y a caminar


Para el día de hoy (01/06/11):
Evangelio según San Juan 16, 12-15

(Como niños pequeños, lo que podemos decir acerca de Dios -aún cuando se colmen miles de bibliotecas- es tan poco, somos tan limitados y Él es inmenso, que toda especulación nuestra es apenas un balbuceo inentendible.
Quizás por esa pérdida en nuestra humanidad del Logos primordial, Dios se ha hecho Palabra para que recuperemos el habla.

Así también es nuestro andar si nos decidimos a seguir los pasos del Maestro, nuestros pasos vacilantes y temerosos porque, sinceramente, solos nada podemos.

En estas circunstancias, hemos de cambiar la polaridad de nuestras intenciones plagadas de rutinas poco meditadas.

Más que buscar a ese Dios del que queremos hablar, deberíamos volvernos capaces de sumergirnos en el insondable misterio de amor que es ese mismo Dios habitándonos en nuestros corazones.

El Maestro nos ha conseguido el Espíritu, viento que todo empuja, que moviliza, que vivifica y nos hace libres en la verdad.
Es Aquel que nos despierta el hambre de Dios que se nos ha adormilado, el que nos enseña a comunicarnos aún más allá de las palabras, el que nos hace andar erguidos y enteros, Espíritu de Jesús que es camino mismo.

Con la confianza de niños pequeños -más allá de cualquier edad cronológica- podemos comenzar, aunque sea a pasos vacilantes y balbuceando las primeras palabras en esta vida nueva de la Salvación, ofrecida sin condiciones a toda la humanidad)

Paz y Bien

2 comentarios:

Salvador Pérez Alayón dijo...

Así es, Ricardo, cada día debemos comenzar de nuevo a descubrir al SEÑOR, porque cada día es una nueva oportunidad de conocerlo, por la Gracia del ESPÍRITU, algo más para amarlo algo más.

Con esa esperanza, cada día, nos acercamos a su mesa.

Un fuerte abrazo en XTO.JESÚS.

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

Hermano querido, cada día es un regalo y una gracia desde el Espíritu, Él nos recrea y restaura cotidianamente
Un abrazo en el Resucitado
Paz y Bien
Ricardo

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