El ayuno interior

Para el día de hoy (24/02/12):
Evangelio según San Mateo 9, 14-15

(La práctica del ayuno era, desde antiguo, de capital importancia para el pueblo de Israel, de tal modo que su práctica estaba rigurosamente estipulada y normatizada en cuanto a la modalidad y a los días en que debía realizarse durante el año, además de las múltiples ocasiones para las cuales estaba prescripto.

En realidad, se había absolutizado una práctica piadosa poniendo el énfasis en el rictus serio, en la apariencia dolorosa y penitencial que supone que se logran los favores divinos previo cumplimiento exacto de las reglas y tradiciones normadas.
Pero es el tiempo de la Gracia y la Misericordia, el tiempo nuevo de la generosidad y la gratuidad, el tiempo de Abbá Padre de Jesús y Padre nuestro, y su corazón no se gana con acciones puntillosas que sólo importan en la pura exterioridad.

Desde toda la eternidad el corazón sagrado de Dios está enamorado de la creación, se vuelca con pasión a todas sus hijas e hijos y tiene especial predilección y favor por los pobres y los pequeños.

Por ello mismo, los fariseos y los discípulos del Bautista se sorprenden frente a la aparente laxitud del Maestro frente a esta tradición tan cara a la historia de su pueblo. Ellos están presos de una mentalidad que no son capaces de quebrar, y que a menudo no quieren hacerlo tampoco, son tradiciones que son traiciones.

A pesar del horizonte espantoso de la cruz que se asoma cierta, la alegría no ha de ser desalojada y el espíritu luctuoso no ha de imperar entre nosotros.
La práctica piadosa por la práctica misma es estéril y suele ser hipócrita por carecer de corazón.
Quizás importe ese otro ayuno, el ayuno interior, el privarse de tanta cizaña que a menudo dejamos que nos crezca, la gravosidad del destrato y de la indiferencia frente al dolor del otro.
Tal vez por ello sea necesario ayunar por dentro, para ordenarnos este templo latiente que somos, para volvernos magro el corazón para que Él lo desborde de mansa felicidad y de plena liberación)

Paz y Bien




2 comentarios:

Edit dijo...

Gracias por tus palabras tan iluminadas, querido amigo. Lasvoy a compartir en face, para que mis amigos puedan saborear este mana celestial.

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

Un abrazo grande, Edit, y una santa Cuaresma para vos y los tuyos
Paz y Bien
Ricardo

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